Conducir bajo la lluvia puede ser un desafío, especialmente en Seattle, donde las condiciones climáticas pueden cambiar rápidamente. Aquí le ofrecemos una guía para ayudarle a mantenerse seguro en la carretera durante los días lluviosos y evitar accidentes automovilísticos.
Prepare su vehículo
Antes de salir, asegúrese de que su vehículo esté en condiciones óptimas. Revise la presión de las llantas y asegúrese de que tienen suficiente banda de rodadura para garantizar una buena tracción. No olvide cambiar las escobillas del limpiaparabrisas si están desgastadas para asegurar una visibilidad clara (enlace en inglés).
La visibilidad es clave al conducir en la lluvia. Encienda los faros para que otros conductores puedan verlo mejor, incluso durante el día. Antes de salir, asegúrese de que las luces de freno, direccionales y traseras estén limpias y funcionando correctamente. Si no lo están, es el momento de darles mantenimiento para que todo funcione correctamente.
Maximice las precauciones
Es importante mantener una distancia segura con el vehículo que va delante. Esto le dará más tiempo para reaccionar si es necesario. Se recomienda una distancia de cinco a seis segundos entre su vehículo y el de adelante. Así, tendrá el tiempo suficiente de actuar en caso de que el conductor de adelante pierda el control.
Conduzca de manera suave y evite movimientos bruscos al acelerar, frenar o girar. Esto le ayudará a mantener el control del vehículo y evitará que las llantas pierdan tracción. Recuerde que la lluvia hace que la carretera se vuelva resbalosa, lo que puede causar accidentes.
La velocidad es un factor importante en la conducción bajo la lluvia. Al reducir la velocidad, aumenta su capacidad de control sobre el vehículo y disminuye el riesgo de hidroplaneo, que ocurre cuando las llantas pierden contacto con la carretera debido al agua.
Mantenga la calma
Si su vehículo comienza a hidroplanear, no entre en pánico. Retire suavemente el pie del acelerador y dirija el volante hacia la dirección deseada hasta que recupere el control. Esto ayudará a transferir peso a las llantas delanteras y permitirá que recuperen tracción con la carretera.
Adoptar estas prácticas de manejo seguro le permitirá reducir el riesgo de sufrir un accidente al conducir bajo la lluvia en las calles de Seattle. La lluvia puede hacer que las condiciones de manejo sean más complicadas, pero con preparación y atención, puede protegerse a sí mismo y a sus pasajeros. Así que, ya sea que esté conduciendo bajo la lluvia o en condiciones secas, asegúrese de hacerlo de manera responsable y con consideración hacia los demás.