Los accidentes automovilísticos suceden con una variedad de severidades. La mayoría de las veces, un choque es solo una inconveniencia, sin lesiones graves. Pero de vez en cuando, resulta una herida tan grave que la vida de la persona cambia para siempre. Accidentes así le pueden quitar décadas de vida a sus víctimas, y dejarles con una capacidad reducida de funcionar como hacían antes.
Algunos síntomas comunes
Hay varios tipos de traumatismo cerebral que un accidente automovilístico puede provocar. No es posible mencionar todos los síntomas que acompañarán una herida a la cabeza, porque mucho depende de si hubo contusión, sangrado interno, fractura de cráneo, y más. Pero hay algunos síntomas que acompañan muchos de los traumatismos más severos.
Por ejemplo, si usted sufre un trauma al cerebro, podría resultar en dificultades para aprender, concentrarse, o recordar, dificultad para hablar, cambios en la capacidad de regular las emociones y la personalidad, y hasta la pérdida total de la vista.
Pocas veces se mejora la situación
Con el impacto de un accidente automovilístico, la cabeza puede sacudirse violentamente o pegarse contra el volante u otras partes del vehículo. Este impacto puede resultar en trauma al cerebro que no siempre se sana con tiempo.
De hecho, solo 26% de personas con un traumatismo cerebral severo (enlace en inglés) mejoran de su condición. 22% de estas víctimas se quedan en el mismo nivel, mientras 30% empeoran y 22% mueren de sus lesiones. Estas estadísticas sirven para ilustrar como un accidente vehicular puede cambiar completamente la vida de la víctima en un instante.
Si usted o alguien que conoce sufre de lesiones catastróficas al cerebro, no está sin recursos. Tiene la opción de buscar la compensación de la parte responsable por su lamentable situación.